Ya no me quiere, y yo a él le sigo queriendo. Pero no le estaré rogando amor, no le suplicaré que se quede junto a mí.
Si me quiere que sea por voluntad propia, porque sale de su corazón, y no porque yo esté dispuesta a hacer concesiones, a soportar manipulaciones y malas actitudes. Hoy sé que soy valiosa, mi valor no depende de que él esté o no conmigo.