Sólo con una pequeña sonrisa, incluso forzada, notarás cómo cada parte de tu cuerpo reacciona a la felicidad… Y es que así es la vida: si tú te sientes contenta, todo tu cuerpo lo nota y responde ante este sentimiento de felicidad. Tu piel resplandece, tus ojos se llenan de un brillo especial que te hace ser más bella, más llena de ese “algo— que a los demás les gusta y les hace voltear la mirada para verte.